Páginas

jueves, 23 de febrero de 2017

¿Existe la adicción a VIAJAR?

No has terminado de hacer un viaje y ya estás planeando el siguiente.

Tu vida en un avión. Así podrías definirla.

Escribir este artículo podría suponer tirar piedras contra mi propio tejado, pues yo soy la primera que se pasa la vida montada en un avión, pero asumo el riesgo. Me parece que la reflexión es importante, aunque sea para plantearse las causas.

Viajar es una de las actividades más placenteras, además de producir un cambio y un crecimiento significativo en la persona que lo realiza. Es aventura, desequilibrio, un constante devenir. Se olvidan las preocupaciones, se alivian las tensiones, se reconecta con uno mismo y si se va acompañado de amigos o familia, se refuerzan los vínculos. Todo esto es maravilloso, pero si solo piensas en hacer la maleta existe la posibilidad de que tengas un trastorno psicológico o mejor dicho, el riesgo de padecerlo, y muy posiblemente subyazca un problema, el cual estás evadiendo porque no lo sabes/quieres enfrentar. ¿Alguna vez te has planteado si tus ansias de viajar están dentro de lo normal? ¿Si tu conducta es adaptativa o por el contrario abusiva? Después de leer este artículo quizá puedas hacer un análisis más detallado y, quién sabe, quizá conocer una parte de tí que ignorabas.

sábado, 18 de febrero de 2017

Sensation-Seekers: "Frisky, but more risky"

¿Alguna vez has escuchado el término "sensation-seeking"? ¿Sabes lo que significa? No te dejes engañar por la terminología inglesa, la razón de su uso es puramente pragmática. Literalmente podríamos traducirlo como "búsqueda de sensaciones". Para mí este concepto fue personalmente relevante el día en el que un compañero de carrera me lo planteó para definir su necesidad imperiosa de aprender y vivir nuevas experiencias: Sensation-seeker. Lo dijo de broma, pero me encantó y me motivó a investigar. El concepto corresponde a un rasgo de personalidad, descrito por primera vez por Marvin Zuckerman en 1969, que consiste en la tendencia de un individuo a buscar placer sensorial, cambio, novedad, a experimentar sensaciones complejas e intensas. Estas personas que suelen ser tachadas de "inestables" o "impulsivas", no son más que seres necesitados de un continuo aprendizaje, de vivir experiencias enriquecedoras, de salir una y otra vez de su zona de confort. En ausencia de estímulos intensos se aburren fácilmente y un profundo sentimiento de vacío les impulsa o motiva a buscar desesperadamente este tipo de experiencias con cierto grado de riesgo, real o percibido, ya sea a nivel físico, psíquico, financiero, legal o emocional. Esto es, lo mismo se aventuran a realizar un viaje en solitario a un país en vías de desarrollo como se sumergen en una relación de pareja pasional inestable, se adiccionan a un deporte de riesgo o emprenden invirtiendo todas sus fuerzas y energías en el proyecto.