sábado, 14 de octubre de 2017

El engaño psicológico de las ETIQUETAS

Esta mañana estaba yo duchándome y de repente me he quedado con la mirada fija en los champús mientras filosofaba sobre cosas irrelevantes de la vida (todos sabemos que hay dos momentos de reflexión fuerte en el día y esos son: en el desayuno y durante la ducha), disfrutando de la temperatura de 40ºC del agua (sí, me gusta ducharme con lava volcánica). En ese momento me he puesto a leer los numerosos botes de la bañera: con aceite de argán, con bambú y extracto de perlas, de limón, con miel, con aceite de oliva, manteca de cacao, arroz con pollo, calabacín con judías, aceite de girasol... ¿En serio? Parece que para el pelo todo vale, todo aporta, todo nutre. Ya no tengo claro de si el que elabora los botes de champú es Jordi Hurtado o L'Oreal.