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martes, 10 de septiembre de 2013

Es de bien nacido ser agradecido.


La gratitud es una auténtica declaración de amor a la vida.

La gratitud es de hecho una llave maestra que abre las puertas de la libertad, de la satisfacción, del bienestar y de la alegría.




Cuando uno está siempre insatisfecho con su vida o con uno mismo

Antes de leer este artículo vamos a ponernos cómodos porque el momento de lectura tiene que ser un momento relajante. Tras un primer vistazo el texto te habrá parecido un poco largo, es posible. Sobretodo si no eres una persona que lee a menudo. Pero créeme, llegarás al final antes de que hayas podido darte cuenta. Y antes de que eso pase, vamos a prepararnos un relaxing cup of café con leche, a sentarnos tranquilos frente al ordenador, y a por ello.

A por ello... a por qué "ello"...

A por el bienestar, a por el optimismo ese del que tanto habla todo el mundo y que tanto nos cuesta mantener, a por la gratitud que está escondida en alguna parte de tu mente. Te ayudo a buscarla. O mejor dicho a encontrarla. Yo ya estoy lista, aquí delante de la pantalla dispuesta a plasmar mi colección de reflexiones.

Existen dos tipos de comparaciones. Las comparaciones ascendentes y las descendentes. Los seres humanos tendemos a hacer comparaciones ascendentes. Hay quien opina que es por cuestiones evolutivas. Puede ser. Nos comparamos con aquellos que tienen más que nosotros. Con el futuro que queremos y que está por llegar. El rubio quiere ser moreno. El bajo quiere ser alto. El que gana 5.000 euros al mes se compara con el millonario. El que apenas llega a 400 se compara con aquel que tiene para vivir.
De hecho, y haciendo alusión al factor económico en relación con el bienestar y la satisfacción personal, cabe mencionar un famoso estudio que demuestra que la influencia de los ingresos en la felicidad tiene mucho que ver con el entorno del individuo. Si a uno le suben el sueldo y a los que le rodean no, la felicidad y satisfacción aumentan pero si a uno le suben el sueldo y a los demás también, el nivel de felicidad no varía en absoluto. Muy interesante, os dejo el link al final del artículo por si os interesa informaros más acerca de este tema. Como estaba diciendo, con poca frecuencia hacemos comparaciones con aquellos que son, tienen u obtienen menos, pues poco nos aporta. O eso nos hacen creer.

Te voy a proponer un salto a las comparaciones descendentes. Se trata de un salvavidas, un muelle, una pila. Se trata de que tú eres una linterna y estás apuntando el foco en una dirección: hacia todo aquello que no tienes y que supuestamente te hace falta. Como el espacio que abarca el foco está ocupado con todo eso, todo aquello que sí tienes queda oculto en la oscuridad. El cambio es tan simple como cambiar la dirección de la linterna. Enfocar la luz hacia TU dirección. Y al contrario de lo que muchos puedan pensar, este cambio te permite no solo avanzar igual o más en la vida, sino estar más satisfecho con ella y en definitiva, más feliz.
Lo que te estoy proponiendo es un cambio de actitud, un sencillo cambio de estilo de pensamiento. Tan sencillo que lo puedes hacer tú mismo, y por eso me ha parecido un tema propio para cerrar el periodo estival, para entrar con buen pie en la estación otoñal.

No te preocupes, no te voy a mandar deberes. A nadie le gusta que le manden deberes. Te voy a mandar "siteapetecen". Puedes no hacerlo, hacerlo una vez al día, hacerlo al levantarte y antes de acostarte o hacerlo cuando te acuerdes. Si te sirve y te produce bienestar, lo repetirás, si no, olvidarás este artículo para no volver a recordarlo, a no ser que vuelvas a él casualmente la próxima vez que pasees por el blog.


Piensa en los miles de millones de personas que somos en el mundo. Muchos más de la mitad no tienen sus necesidades básicas cubiertas. Piensa en la suerte de cada uno. Poniéndonos extremos, piensa en cuánta gente ha tenido una infancia traumática, ha pasado hambre, maltrato físico, ha nacido con una deficiencia física o psíquica, ha crecido sin padres o con éstos pero sufriendo graves problemas de diversos tipos, ha vivido o vive un periodo de guerra o ha visto morir a sus seres queridos de forma sangrienta. No estoy siendo dramática, te describo brevemente casos reales, que existen y están ahí fuera ocurriendo día a día, mientras tú estás tan tranquilito leyendo mi blog y tomándote tu ya famoso relaxing cup of café con leche.

Lo que pretendo con esto es que pienses en los casos más extremos y luego te mires a tí. Piensa ahora en todas las cosas que tú tienes, que mucha gente no tiene y no puede tener. No se trata de creerte o sentirte mejor, sino de ser consciente de qué cosas y no necesariamente cosas posees y de la suerte que tienes. Por ridículo que parezca, lo primero que suele pensar la gente es en "macrocosas": tengo una casa, un trabajo, un coche, tengo una familia o hijos que me quieren... Fenomenal. Un buen comienzo. Pero yo voy más allá, yo quiero que lleves a tu conciencia también las "microcosas", esas pequeñas cosas que suelen ser llamadas detalles, y que aunque parezca todavía más ridículo, LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS DAN POR HECHO.


¿A qué cosas me estoy refiriendo? Hace un par de años, atravesando una época ligeramente desafortunada, decidí hacer precisamente este cambio, centrarme a diario en todo aquello que tenía y dar GRACIAS. Puedes creerlo: empiezas el día con otra visión, con otro ánimo. Todas las mañanas mientras desayunaba recitaba mentalmente todo aquello que se me ocurría por lo que podía dar gracias. Por más simple que parezca, las pequeñas cosas de nuestro día a día hay gente que no las tiene. Te pongo algunos ejemplos que pueden inspirar, cada uno adapta este ejercicio a sí mismo y a su vida:

- Gracias: Por poder disfrutar de este desayuno, por tener la oportunidad de estudiar, por tener un colchón donde dormir, por vivir en el primer mundo, por tener agua caliente, por tener tan buenas amistades, por no pasar nunca sed ni hambre, por saber leer y escribir, gracias por tener todas las partes del cuerpo enteras, gracias por tener buena salud, porque todos los miembros de la familia también la tengan...

La gratitud es una emoción positiva universal. Una de las más poderosas sin duda. Forma parte entre otras emociones del campo de la psicología positiva, fundada por el Dr. Martin Seligman, al que personalmente me gustaría llegar a conocer algún día, pues resumiendo mucho, este genio ha dado un giro al enfoque de la psicología, siempre centrada a lo largo de la historia en trastornos, en enfermedades y en diversas terapias para precisamente girar la linterna de esta ciencia y alumbrar la parte positiva de los individuos, potenciando y reforzando todas las emociones y características positivas para elevar el nivel de felicidad a su máxima potencia y prevenir desequilibrios y trastornos mentales. Una vía alternativa para promover la buena salud mental y hasta día de hoy está obteniendo resultados más que convincentes.

La gratitud es una virtud, es medible, es una emoción moral que merece la pena trabajar y fortalecer para impulsarnos a ser personas más satisfechas, más altruistas y en general, más felices.

Así que ya sabes, focaliza en todo aquello que hoy tienes la suerte de tener, muchas puede que el día de mañana ya no las tengas.

Yo os doy las gracias a vosotros por valorar el trabajo que hago todas las semanas. Logrando ayudar o aportar aunque sea a un solo lector, ¡¡yo ya me siento plena y satisfecha!!





¡Hasta muy pronto!


"Si un hombre no es agradecido por lo que tiene, es probable que no sea agradecido por lo que tendrá" (Frank A. Clark)



- El link prometido:

Estudio sobre la relación dinero-felicidad




miércoles, 6 de febrero de 2013

··· Las emociones positivas ···

              Estudiando enfermería aprendí que la salud no es la ausencia de enfermedad o su curación sino que también incluye la prevención y promoción mediante hábitos saludables para perseguir el bienestar biopsicosocial óptimo del individuo. ¿Por qué no extrapolar entonces esta reciente visión del concepto de salud al de salud mental? Si la sociedad en el primer mundo fomenta el individualismo y el egocentrismo... Enfoquémoslo al menos en una dirección saludable.
Teniendo en cuenta que una gran cantidad de gente no va al psicólogo cuando tiene síntomas indicativos de que algo no va bien, doy por hecho que una mayor cantidad de gente no irá jamás cuando no los tiene (muchos tendréis desde el principio del texto en mente el pensamiento rumiativo de lo caro que es ir a un psicólogo en España, y tenéis toda la razón... yo también pienso que eso es algo que debería cambiar en nuestro sistema de salud... De momento es poco probable pero si nos paramos a pensar, ¿Quién ha decidido que la odontología y la psicología son menos importantes que un urólogo?). Si ir al psicólogo fuera gratis, estoy segura de que acudiríamos con mayor frecuencia, al fin y al cabo, la salud mental es tan importante como la salud física, y ambas estan estrechamente conectadas. Ya me imagino las salas de espera los psicólogos llenas de viejecitos comentando sus trastornos y discutiendo a ver quién está más enfermo, como los que van a echar la tarde a los centros de salud... Como es gratis...

En fin, yo os quería hablar hoy de las Emociones Positivas. Campo de estudio relativamente reciente y por ahora poco investigado, aunque el número de investigaciones y el interés por este área está creciendo en los últimos años. La psicología lleva siglos centrándose en el estudio de las emociones negativas, al ser aquellas que representan una amenaza para la salud y requieren de estudio y comprensión con mayor urgencia, dando por hecho que las positivas son "lo normal", no siendo por ello necesario e incluso frívolo estudiarlas y conocerlas a fondo. 
Tenemos datos obtenidos y estudios "a mansalva" realizados desde la perspectiva de todas las disciplinas científicas sobre la depresión, la ansiedad... los grandes males del siglo XXI. Un 5% de la población sufre depresión... Sin embargo, ¿alguien puede indicarme algún estudio que proporcione el porcentaje de gente alegre en la población? ¿Y de gente optimista? Seguramente solo encontremos estos estadísticos en revistas de moda y otras fuentes poco fiables. 
¿Y cuáles son estas emociones positivas de las que hablamos? La esperanza, el optimismo, la alegría, el orgullo, el agradecimiento, la serenidad, el interés, el humor, la inspiración, la sorpresa positiva y por supuesto... Nuestra emoción estrella... El amor.


E igual que las emociones negativas en exceso pueden producir malestar y pueden desembocar en un trastorno mental, las positivas en exceso producen bienestar y estabilidad mental. (exceso en relación a la frecuencia, no a la intensidad, en cuyo caso estaríamos hablando de manía, que SÍ es un trastorno afectivo). Igual que las personas "desarrollan" una depresión, también es posible desarrollar el optimismo. Y os voy a poner un ejemplo que a mí me ha llamado la atención.
Un señor llamado Seligman hizo un experimento con perros sobre "la indefensión aprendida", en el que éstos de manera incontrolable, recibían descargas eléctricas cada determinado tiempo. Al principio se quejaban, ladrando y moviéndose intentando hacer algo por evitarlas. Con el tiempo, al perder el control sobre lo que les estaba sucediendo, los perros tomaron una actitud pasiva, comenzaron a experimentar síntomas depresivos e incluso desarrollaron enfermedades físicas. Esta pasividad se mantuvo a pesar de otorgarles de nuevo el control de recibir o no las descargas. La percepción de que un evento negativo va a ocurrir y no tener la opción ni la capacidad de hacer nada para evitarlo, produce pasividad, evitación, depresión y ansiedad.
Por el contrario deducimos, que si la indefensión puede ser aprendida, el optimismo y otras emociones positivas también pueden ejercitarse. No soy muy fan del conductismo pero en el caso de las emociones creo que la terapia conductual es definitivamente muy exitosa. Y de esto hablaré en el próximo post...


Hasta prontito!!*




"Es mucho mejor ser optimistas sin tener la razón que ser pesimistas acertando" (Albert Einstein)