martes, 26 de enero de 2016

PSICODRAMA

¿Alguna vez habéis actuado en un obra de teatro? A nosotros en el colegio, para bien o para mal, hasta cierta edad nos obligaban a representar un papel, de "prota" o de arbusto, pero no te salvabas de salir en la función. Obviamente a esa edad ni se nos pasaba por la cabeza la posibilidad de que esta actividad tuviera algo de "terapéutico", ni mucho menos. Para nosotros era la oportunidad, la excusa, para echarnos unas risas y hacer el payaso, y la realidad es que más de uno venció su vergüenza, su inseguridad y sus complejos, y más de otro entrenó su sentido del humor, su capacidad de improvisación y su espontaneidad. De hecho y ahora que menciono esto último, me acuerdo de una obra en concreto del Arca de Noé en el que a una amiga y a mí haciendo creo que de animales (tampoco es que hubiera mucha opción jaja) nos entró la risa floja y por no poder parar el ataque, todavía no sé si nos cargamos la obra o le alegramos la tarde a los espectadores, que estaban ya revolviéndose en las sillas buscando postura para echarse un sueño. A espontaneidad os aseguro que no nos ganó nadie.

Bueno, hace casi un año (Dios mío cómo pasa el tiempo) me encontré en Brasil con una asignatura que, entre otras terapias, enseñaba una muy vinculada al teatro. No solo me encontré con la asignatura, sino con una profesora que era especialista en ella, pues le había servido como un recurso óptimo para ofrecer ayuda psicológica en Mozambique, que por si no lo sabéis, fue colonizado por los portugueses y tiene una sociedad con unos valores y creencias exageradamente diferentes a los nuestros que no encajan del todo con las propuestas psicológicas europeas (o más bien al revés), pero de eso ya hablaré más adelante. La suerte fue que pude entrevistarla y fue demasiado interesante... Si me da el visto bueno la publico aquí, aunque esté en portugués.

Bueno, yo ya había oido hace tiempo de la existencia de este tipo de terapia, sin embargo, a juzgar por el nombre, se mantenía lejos de mi interés. Fue allí cuando tuve la oportunidad (o la obligación) de sentarme a conocer esta línea terapéutica de tan irrisorio nombre. Psicodrama.

Una mijilla de historia para abrir boca

Quien escuche el nombre de psicodrama por primera vez es posible que piense automáticamente en un escenario con personas haciendo el gilipollas. Y es que así, más o menos, comenzó todo. Jacob Levy Moreno (1889-1974) observó en la década de 1920 cómo los niños, a través de sus juegos, interpretaban los diferentes roles que toman los adultos en la sociedad (los míticos juegos de mamás y papás, médicos, etc.), además de observar cómo el teatro incitaba sentimientos y provocaba la liberación de una gran carga emocional en actores y espectadores. Estos dos elementos que Moreno unió para crear esta técnica psicoterapéutica fueron los que le convirtieron en pionero de la psicología social y de la psicoterapia de grupo.

Además del psicodrama, Moreno fue el creador del sociodrama, focalizado en la sociedad, que fue concebido para ayudar al grupo a explorar el contexto social en el que viven sus miembros.



El teatro terapéutico

El psicodrama, a pesar de parecer tener un enfoque artistico, no persigue el valor estético, sino ser una vía de exploración del ser humano y sus vínculos, así como de introducción de elementos de la esfera privada de la personalidad. La visión de persona en este caso es indisociable del grupo, apartándose Moreno de la concepción intrapsíquica de la época -psicoanálisis- para colocar a la persona en una posición de portador de rol (concepto nuevo introducido por él), definido éste como "la forma de funcionamiento del individuo en el momento específico en que reacciona ante una situación específica, en la que están involucradas otras personas u objetos". La persona, para desempeñar un rol, requiere necesariamente de otra que ocupe la posición de contra-rol, formando la díada rol-contrarrol lo que el autor considera la estructura social más pequeña o átomo social.

El ser humano va aprendiendo a lo largo de su vida a desempeñar diferentes roles dependiendo de los diferentes contextos y situaciones que se van presentando. Esto tiene una función adaptativa. Una persona con un repertorio amplio de roles será considerada psicológicamente sana y una con un repertorio insuficiente estará desadaptada y éste se convertirá en una potencial fuente de problemas.

El psicodrama propone practicar, promover, entrenar nuevos roles que la persona podrá poner en práctica en su vida cotidiana, a través de dos conceptos que se consideran el núcleo de la teoría moreniana, la creatividad y la espontaneidad. Esta última se considera un tipo de energía empleada en el aquí y ahora para actuar con libertad. Está íntimamente ligada a la creatividad y juntas permiten al individuo transformarse, crecer y desarrollarse, estando estrechamente vinculados al proceso de cambio. Una labor fundamental del terapeuta será enseñar a los clientes a ser más espontáneos.

Por otro lado, estos dos conceptos están muy relacionados con el de catarsis, otro elemento nuclear y una de las metas principales del psicodrama. La catarsis se entiende como una liberación de las emociones reprimidas en la persona que da lugar a sensación de alivio, relajación y experiencia saludable. Puede darse se forma activa en los participantes, o de forma pasiva en los espectadores. Este fenómeno favorece la comprensión de uno mismo, esto es, el autodescubrimiento. Se persigue mediante la dramatización espontánea, sin guión, y mediante la acción e interacción.

El psicodrama: Una revolución clínica

Esta línea de intervención aportó al mundo de la psicoterapia elementos que antes no habían sido considerados y que desde entonces han llegado a ser una fuente de investigaciones, puestas en práctica y desarrollos de nuevas teorías, métodos y técnicas a partir de ellos, pues la psicodrama cuenta con la ventaja de ser enormemente flexible, combinable e integrable fácilmente con otros métodos terapéuticos. Entre los elementos mencionados observamos los siguientes:

- La importancia del cuerpo y la acción. 
Se amplia aquí la variedad de terapia hasta ahora limitada a la comunicación verbal del paciente, defendiendo que el ser humano no solo se expresa mediante la palabra sino también mediante el cuerpo (gestos, miradas, posturas, tono de voz, etc.)

- La focalización en el aquí y ahora.
El pasado ya no existe, el futuro es incierto. En psicodrama se trae al escenario lo que se siente, se piensa, se percibe en el momento presente. En en ese momento en el único en el que se puede incidir o intervenir en los otros tiempos.

- La participación activa del paciente.
El terapeuta experto y sabio y el paciente que acude buscando tratamiento forman parte del pasado, o por lo menos la reducción a esta dinámica. El cliente conoce su historia y su experiencia mejor que nadie y el terapeuta es otra persona, con su historia y su experiencia, que acompaña en el proceso, facilitando las condiciones para que la persona desarrolle sus potenciales al máximo.

- Naturaleza grupal
Hay un gran debate sobre si fue el Psicodrama o la terapia Gestalt la que comenzó las terapias grupales. Sea como sea ambas son de orientación experiencial, luego por las fechas en las que surgieron ambas aproximadamente la modalidad de terapia individual dio un giro para incorporar al grupo, que más tarde se extendería al sistema (principalmente familiar o conyugal).

Los instrumentos

Una sesión de psicodrama consta de los siguientes agentes:

El director

El terapeuta ocupa este lugar. Mero facilitador, interviniendo indirectamente a través de la elección de técnicas, da instrucciones al yo-auxiliar, prepara el atrezzo del escenario, etc.

El yo-auxiliar

El yo-auxiliar digamos que es el ayudante del protagonista. Juega un papel relevante en la puesta en escena desempeñando un rol de persona, animal o cosa, que tiene la función de indagar o explorar el mundo emocional del paciente. Forma junto con el director el equipo terapéutico. Debe tener la capacidad de acomodación constante a las necesidades del paciente.

El protagonista 

Clave. Representa un tema elegido de interés grupal.

El escenario

Entorno real donde tiene lugar la puesta en escena. Se organiza según lo que necesita el protagonista, elementos como muebles, luces, música, etc.

El público

Son los espectadores o auditorio. Viven las escenas con intensidad y vivencian una repercusión emocional. Pueden reirse, comentar, protestar u opinar. El director ha de estar atento a las reacciones de éstos.

Proceso de una sesión psicodramática

Las etapas son:

1. Calentamiento:
Como buena actividad corporal que es, el psicodrama requiere de un calentamiento previo, pues así en seco nadie saldría a escenificar elementos del mundo emocional íntimo y privado. Dialogando con los participantes se establecerá una comunicación relajada, fluida, cargada de humor a ser posible, cuidando la formación de subgrupos y dirigiendo indirectamente a todos al camino de un mayor conocimiento interpersonal hasta que surgen puntos comunes a tratar, conflictos de interés grupal. Esta etapa culmina con la elección de un protagonista.

2. Dramatización:
El meollo. Este es el cuerpo de la estructura, en esta etapa el protagonista sale a escena con el tema surgido y elegido y empieza a hacer el paripé. Paripé en el buen sentido de la palabra. Se espera de él que sea espontáneo a más no poder y vivencie su rol al máximo desde una actitud de compromiso afectivo. Dramatizando surge la capacidad de experimentar emociones auténticas asociadas a los conflictos. Esto posibilita tener "insights" o conciencia de sí mismo y de lo que le sucede.


3. Comentarios:
¡Plas, plas! Acabada la dramatización, se deja espacio para la manifestación del impacto que la obra ha tenido sobre los espectadores, donde pueden expresar sus vivencias, identificaciones, emociones experimentadas, etc. El protagonista recibe generalmente muestras de empatía e identificación, la sensación de que es entendido y apoyado por otros, de que no es el único al que le pasa. En este caldo de cultivo donde tiene lugar la catarsis grupal, surge un intercambio de experiencias, reflexiones y vivencias donde surgen nuevos productos que pueden ser materia de una nueva dramatización.

Técnicas

Cambio de roles: Un ejemplo claro. Si el protagonista siente ira contra su padre, esta técnica consistiría en que interpretara el papel del padre, adoptando el yo-auxiliar el papel del protagonista, ayudando a través de ella a reordenar, expresar, liberar emociones y sobretodo, a lograr otra perspectiva de la situación


Doble: Interpretado por un yo-auxiliar, imita las conductas del protagonista añadiendo otras, poniendo en escena conductas que denotan la espontaneidad que le falta al actor., cuando se percibe que éste no se está permitiendo del todo la actuación espontánea, ya sea por miedo, vergüenza, convenciones sociales, etc.

Espejo: Esta técnica se diferencia de la del doble porque se limita a imitar conductas sin extender nada, con el fin de que se vea a sí mismo reflejado, lo que le posibilita contrastar objetivamente lo que los demás perciben de él cuando se comporta de determinada manera.

Soliloquio: Es la expresión de pensamientos y sentimientos del "prota" cuando éste lo considera pertinente o se lo dice el terapeuta. Es un paréntesis de la dramatización, en el que se posibilita que la persona profundice en lo que le está pasando en ese momento, verbalizando contenidos relacionados con el conflicto.

Silla vacía: Yo esta técnica la llevo poniendo en práctica toda mi vida delante del espejo. Fíjate tú, si es que llevo una psicóloga dentro desde pequeña... :) Es extremadamente liberadora cuando "tienes muchas cosas que decirle" a una persona que por diversas razones no tienes delante -fallecimientoo dificultad de retoma de contacto-. Se sitúa una silla en el escenario y el actor debe imaginar que esa persona se halla ahí sentada y comienza a dialogar con ella.

Escultura: Técnica puramente corporal. Expresión plástica simbólica de la estructura vincular de un sitema, obtenida por instrumentalización de los cuerpos de dicho sistema. Tiene pleno significado sin necesidad de verbalizar. El actor debe esculpir todos los detalles tal y como los siente en su obra. Una vez terminada, se contempla para sentirla y vivenciarla, dando paso a la etapa de comentarios.

Hay otras técnicas como las que me contaba Larissa Polejack que tuvieron mucha resonancia en Mozambique, como el uso de marionetas o guiñol. El método psicodramático cuenta con una enorme flexibilidad y el uso de técnicas puede adaptarse a las necesidades de los miembros del grupo o incluso se ha comenzado a realizar psicodrama a nivel individual, aunque existe cierta controversia del sentido de este método en un solo individuo. Sea como sea, las técnicas son fácilmente integrables en otros modelos o líneas terapéuticas y este ha sido uno de los motivos del éxito que ha tenido y está teniendo esta rama de las terapias experienciales, además de por estar muy vinculada a la moderna y extendida Psicología Positiva.

Si el artículo os ha parecido interesante, ¡compartidlo! Para complementar, hay vídeos resumen en YouTube muy interesantes de Malena Rubistein, para el que aprenda más audiovisualmente y quiera profundizar un poquito más...



 ¡Hasta muy pronto!



"El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana" (Federico García Lorca)

sábado, 9 de enero de 2016

Y empezamos el año... BIEN EN PAREJA

¡Buenos días!
Hace unos meses que, observando a mi alrededor, no dejo de llevarme sorpresas. Una amiga y su novio, pareja aparentemente perfecta, relatan en la intimidad problemas sexuales con bastante mal pronóstico. Unos amigos de mis hermana, familia idílica, padre y madre de cinco hijos, relación perfecta de éstas que lees cómo se declaran amor diario públicamente y suspiras de admiración, hacen público que se separan. Otra amiga, después de trece años de relación, le es infiel a su novio con otro, con el que empieza otra relación o lo que entendemos como affaire. Otra chica que conozco no tiene pareja pero utiliza una estrategia errónea para llamar la atención de la persona que realmente quiere: se acuesta con sus amigos. Una amiga que tiene solo rollos, pero con ninguno funciona, no le duran. Y me pregunto yo, ¿será que sabemos demasiado poco de las relaciones de pareja? ¿De cómo obtener el interés de la persona que nos interesa? ¿De lo que es normal y de qué no? ¿De cómo afrontar los problemas que van surgiendo? ¿Cuándo seguir y cuándo separarse? ¿Qué opinión tenemos de la monogamia y de la poligamia? ¿Cuáles son los motivos o factores que promueven un acto de infidelidad? ¿Hasta cuándo es infidelidad y cuándo no se considera? ¿Cómo afrontar un abandono o fracaso en la pareja? Son infinitos los puntos que podemos desglosar en esta temática.

Al haber detectado que los múltiples y muy frecuentes problemas en el ámbito de la pareja están a la orden del día (infidelidades, divorcios, maltratos, problemas de comunicación, bajos niveles de satisfacción con el cónyuge, etc.) el Centro de Psicología Positivarte ha decidido organizar el I Congreso de Relaciones de Pareja (www.congresodepareja.com) el 13 y 14 de Febrero de 2016 en Madrid, España, con el fin de acercar a las personas herramientas valiosas para mejorar la calidad de sus relaciones interpersonales amorosas y contribuir a su bienestar emocional. ¡Y no puedo recomendároslo más! Seáis profesionales de la psicología o no.

Orientamos dicho congreso a toda la población. Hemos convocado a los mayores expertos en España, así como a un par de expertos a nivel internacional, para que nos ilustren en la materia, buscando un carácter muy práctico, que permita cambios muy efectivos y sostenibles en la mejora de la relación.

Entre los ponentes contamos con Lorena Berdún, Silvia Congost, Mariela Michelena, Gonzalo Hervás (UCM), Marga Herrero y José Luis Zaccagini.

 

Mariela Michelena
MARIA MICHELENA. Psicoanalista con más de 30 años de experiencia en consulta, es miembro titular con función didáctica de la Asociación Psicoanalítica de Madrid (APM), parte de la International Psychoanalytic Association (IPA).

          


Jossé Luis Zaccagnini
JOSE LUIS ZACCAGINI. Profesor de la facultad de Psicología en la Universidad de Málaga, es especialista en Inteligencia Emocional, Relaciones interpersonales, Gestión de conflictos y mediación y Psicología Positiva.



Lorena Berdún

Psicóloga y sexóloga de profesión, Lorena  revolucionó la idea tabuizada que se tenía del sexo y las relaciones en la sociedad española de los 90. Empezó carrera en la revista Bravo y presentando el programa de Radio "En tu casa o en la mía" de los 40 principales. Dio un salto a TV como presentadora durante un corto periodo de tiempo. Ha escrito cinco libros y colabora eventualmente para revistas.

 Gonzalo Hervás                           


Gonzalo Hervas
Doctor en Psicología (Premio extraordinario de doctorado) y profesor en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.  Es co-fundador de la Sociedad Española de Psicología Positiva (SEPP) y del Instituto de Promoción e Investigación del Bienestar y las Fortalezas Humanas.










Silvia Congost
SILVIA CONGOST
Es psicóloga, especialista en autoestima y dependencia emocional, experta en Coaching y rebirthing y formada en programación neurolingüística. Tiene una amplia experiencia profesional en terapias individuales y grupales y charlas y seminarios en estas áreas.
Es autora de cuatro libros.
Marga Herrero
MARGA HERRERO DE LA VEGA Profesora en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde imparte la asignatura de “Violencia Familiar y “Ciclo vital familiar: procesos psicológicos y relacionales.  Es especialista en terapia sistémica y profesora del postgrado de violencia de género en la misma universidad.  Además es psicoterapeuta acreditada por la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar, donde también es supervisora.






Si estás interesado en asistir al congreso, leyéndolo aquí estás de suerte, pues todos los lectores de El Mono de Harlow* tienen un 10% de descuento, porcentaje normalmente asignado a profesionales de la psicología o contactos personales de la organización y de los ponentes. 

Para obtener ese descuento, cuando te inscribas en el curso envía el código: CONGRESO10


¿Cómo contactar con los organizadores?

Entra en la web: www.congresodepareja.com
E-Mail: info@positivarte.com
Tel: 910 164 007 - 657 803 889


Buscamos ofrecer una experiencia de dos días completos, que resulte de gran utilidad para las parejas que ponen sus problemas sobre la mesa. Además, como profesionales de la psicología sabemos que un buen funcionamiento relacional va a tener gran importancia en el bienestar de todos: hijos, comunidad educativa, relaciones familiares amplias, bienestar en el trabajo y demás. Estos dos días con nosotros van a marcar sí o sí un antes y un después en tu vida...

¡Nos vemos allí! Podéis venir solteros, con pareja, casados o separados/divorciados... 

Programa



SÁBADO 13 – I JORNADA
9:00-9:45 Bienvenida y acreditaciones
9:45-10:00 Apertura oficial del Congreso
10:00-10:15 Práctica colectiva de Mindfulness – Atención Plena.
10:15-11:45 Ponencia de Carlos Yela: “La pareja: funciones, problemas y ¿soluciones?” 
11:45-12:15 Descanso
12:15-13:45 Ponencia de José Luis Zaccagnini: “El Papel de las Emociones en la pareja”
13:45-15:30 Descanso – Comida
15:30-15:45 Píldora Positiva: Humor para la pareja
15:45-17:15 Ponencia de Mariela Michelena: “El amor en los tiempos de google”
17:15-18:45 Ponencia de Marga Herrero: “Terapia breve en la pareja: estrategias de mejora”
18:45-19:00 Descanso
19:00-20:30 Ponencia de Olga Castanyer: “Si me quisiera sabría lo que necesito: Asertividad en la pareja”
21.00 Cena

DOMINGO 14 – II JORNADA / SAN VALENTÍN
9:30-11:00 Ponencia de Lorena Berdún: “Una sexualidad sana para una pareja plena”
11:00-12:30 Ponencia de Silvia Congost: “Los límites del amor: Dependencia Emocional”
12:30-12:45 Descanso
12:45-14:15 Ponencia de Gonzalo Hervás: “La felicidad en la pareja (y en la vida)”
14:15-15:45 Descanso – Comida
15:45-16:00 Píldora Positiva: Música y movimiento para la pareja
16:00-17:20 Taller de Juan Pedro Sánchez y Lucía García: “Vivir plenamente el amor. Parejas conscientes: empezar de nuevo”
17:30-18:50 Taller de Lara García Ferreiro: “Las reglas de oro para vivir en pareja”
19.00-20.20 Taller de Iago Taibo Corsanego: “El Arte de la Comunicación en Pareja”
20:20-20:45 Clausura


¡Nos vemos!


¡Hasta muy pronto!

"Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno" (Julio Cortázar)

miércoles, 6 de enero de 2016

ESQUIZOFRENIA (II Parte): Delirios y alucinaciones

Hace unos días me encontraba yo una mañana sentada en el control de enfermería documentando lo ocurrido a cada paciente durante el turno. Del silencio irrumpe una de mis pacientes, Frau W., bajo un estado de ansiedad tremendo y me cuenta que no encuentra su móvil, que si puede utilizar nuestro teléfono para avisar a su marido. Llama a la pareja para contarle lo ocurrido y al colgar me mira desesperada. Intento que se tranquilice: -"No se preocupe Frau W., el móvil tiene que estar aquí, en cuanto termine de escribir voy a su cuarto y lo buscamos juntas". La señora me mira aliviada y se marcha. Cuando termino de escribir,  voy a su habitación e intento calmarla hablando despacio y lento,  pues es casi imposible mantener una conversación con ella. Al cabo de unos minutos, se tranquiliza y me empieza a contar: -"¡Me tiene harta! Esta vez se está pasando. Me cambia las cosas de lugar y ahora me esconde el móvil...  ¡me odia! Claro, como me quiere llevar a Francia con él, me hace la vida imposible". Mi cara de perpleja debió exagerada, aunque intento mantenerme sobria y que se me note lo menos posible, mientras prosigo: "¿pero quién es "él"? ...Bueno, vamos a ver dónde ha podido esconderlo, en algún lugar tiene que estar, de la unidad no ha podido salir. ¿Puedo mirar en su armario?".  La paciente me dice que sí, pero sigue desconcertada y con mucha,  mucha ansiedad: -"¡no sé quién es! ¡un hombre! ¡un hombre que siempre me está criticando,  insultando y haciéndome la vida imposible, y ya no puedo más! Sé que no me cree y que estará pensando que estoy loca, pero le juro que yo oigo la voz de él y que él está aquí, en el edificio".-"Yo no pienso que Ud. esté loca Frau W., si me dice que un hombre le insulta y le esconde sus cosas, ¿por qué no voy a creerle?" -"Porque yo sé que en el fondo Ud. está pensando de mí que estoy loca y yo sé que no me cree...". De repente me giro, sigo buscando en el armario y escucho por detrás a Frau W. murmurando: -"hadgajsgsjf...". Me giro hacia ella y veo que murmura con otro tono de voz, masculino, apenas entiendo una palabra. Al ver que la estoy observando, me mira a los ojos y me dice: -"Dice que me ha metido el móvil en el bolsillo del pantalón". Y efectivamente, metió la mano, y el móvil estaba en su bolsillo.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Hablando de ESQUIZOFRENIA (I Parte): Prejuicios

Como algunos sabéis, hace ya dos meses que comencé a trabajar en la unidad de psiquiatría de un hospital universitario de Múnich. En nuestra unidad tenemos un abanico amplio de enfermedades y trastornos pero la inmensa mayoría, exceptuando algún que otro trastorno de personalidad o problema de adicción, se encuadran dentro de los trastornos afectivos (depresión, trastorno bipolar, manía) y de la esquizofrenia.

De los trastornos afectivos hemos hablado ya en muchísimos artículos del blog. No solo podréis leer sobre ellos aquí, pues las redes sociales y en general internet está repleta de información sobre depresión, manía o trastorno bipolar. Es más, sin ir más lejos os diré con baja probabilidad de equivocarme, que en vuestro entorno próximo podríais nombrar al menos a una persona que sufra o haya sufrido un episodio de estos que acabo de nombrar.

Pero la esquizofrenia es otro tema. La esquizofrenia es una enfermedad rodeada de una centena de prejuicios y clichés de los que es difícil desprenderse a no ser que se tome contacto directo con el asunto. Las películas, el terrible pasado de la psiquiatría, con sus manicomios y el maltrato a los enfermos mentales, han hecho mucho daño a la idea actual que el mundo tiene de este campo. Una unidad psiquiátrica no es un lugar donde la gente grita, golpea su cabeza contra la pared y los episodios de violencia forman parte del día a día. No.

Luchando contra los prejuicios

Recuerdo los meses antes de empezar a trabajar. Yo misma estaba muerta de miedo, con la incertidumbre de saber si sería lo suficientemente fuerte emocionalmente para poder llevar a cabo un trabajo así. Tengo bastante experiencia en trastornos afectivos, pero jamás había tratado con nadie que tuviera esquizofrenia. Mi experiencia en esta área se reduce a un libro de psicopatología, y las reacciones de mis amigos, familiares y conocidos no ayudaban. "¿Qué miedo, no?", "Va a ser muy duro, tienes que prepararte psicológicamente", "Tiene que ser durísimo", "Pero estarás siempre acompañada, ¿no?", "trabajar con locos, puff, yo no podría", son algunos de los comentarios que escuché de mi entorno más cercano.

Nada más lejos de la realidad, increíblemente. El primer día de trabajo observaba a los pacientes con respeto, con distancia, pues los prejuicios aún resonaban en mi cabeza: "una persona con esquizofrenia es violenta", "es impredecible", "es incoherente", "es peligrosa".

Tengo que decir que la experiencia me está sorprendiendo positivamente, pues sí es cierto que hay personas que se ríen y hablan solas, se planifican sesiones de electroshock los martes y los viernes como en las pelis, hay pacientes que oyen voces y otros que no son capaces de levantarse de la cama en todo el día, pero no responden meramente al concepto de "locos" como mucha gente lamentablemente piensa, y esto puede sonar estúpidamente obvio, pero sé que con este artículo voy a desmontar la imagen que muchos de vosotros tenéis. Digamos que este trabajo está siendo a su vez una lección de vida que quiero compartir con vosotros. Voy a comenzar destrozando algunos mitos y explicando un poquito de esta enfermedad, tan misteriosa como fascinante, de manera puramente introductoria:

domingo, 6 de septiembre de 2015

La vida moderna y la felicidad

A veces, la mejor inspiración llega cuando uno guarda silencio y observa. Esto es a veces complicado en un mundo en el que el móvil te bombardea a whatsapps cada pocos segundos, en el que tenemos una agenda tan cargada que "no nos da la vida", y en general, en el que recibimos tantos estímulos que apenas queda tiempo para pararse a pensar. En el mundo de los blogs o "blogosfera", como lo suele llamar la gente de este mundillo, si no tienes nada bueno que contar, mejor quédate en silencio o publicarás basura. Mejor calidad que cantidad, sí, y en eso me baso para argumentar mi silencio de estos últimos meses en el blog.

Durante los meses que he estado en Brasil (cuatro y medio exactamente), he podido pararme a observar algunas cosas. Con apenas conexión a internet y una rutina llevada lo mejor posible en una ciudad inhóspita como es Brasília, además de la experiencia maravillosa que es viajar, conocer gente, aprender un idioma y conocer la psicología desde la perspectiva de un país, sociedad y cultura diferentes, he tenido una cantidad inmensa de tiempo para estar conmigo misma. 

Ha sido una experiencia muy positiva, no os voy a engañar, pero también me he enfrentado a algo que no esperaba jamás que me podría pasar. Alrededor del tercer mes, creo que coincidiendo con el fin de la visita de mi novio, empecé a notar un cambio en mi estado de ánimo. Estaba triste. Pero no triste de un día de bajón, no. Estaba triste triste. De esta tristeza que piensas que desaparecerá mañana pero que amanece de nuevo contigo día tras día.

Aparte de que esa situación me sorprendiera por completo, pues me considero una persona feliz, sentirse una así siendo psicóloga supone una responsabilidad enorme pues, ¿qué voy a predicar yo y a quién voy a ayudar si no soy capaz de ayudarme a mí misma? (Sí, esa es la presión con la que vivimos los psicólogos, parece que se esperara de nosotros que seamos máquinas en vez de personas). Y ahí comienzan las autoexigencias y las preguntas: "¿Qué me pasa? ¿Por qué me siento así?", "no debería estar sintiéndome así", "yo debería saber cómo sentirme mejor", "no tengo derecho a estar triste, pues tengo mucha suerte de estar aquí y debería estar agradecida". Y empieza la desesperación, pues por más que luchas contra esa emoción poniendo en práctica todos los recursos que conoces, no desaparece. Te sientes mal por sentirte triste, y eso entristece todavía más. "¿Tendré una depresión? Venga ya... cómo voy a tener yo una depresión...". Lo único que sé, es que sólo quería volver a Europa, echaba demasiado de menos mi vida allí y mi propia negatividad me estaba haciendo insoportable la vida.

El miedo y la tristeza, dos de las emociones representadas
en la película de Pixar.
Así pasé el último mes y pico. Pues hace poco, al volver a Múnich, me recomendaron la película de "Inside Out" (buenísima, definitivamente, no solo para niños, sino también para adultos) en la que explican el funcionamiento de la mente humana de una forma muy simple y muy didáctica. Entre algunos de los mensajes que envía la película, se encuentra el de que la tristeza no es mala, forma parte de nuestro repertorio de emociones y es tan necesaria como todas las demás. Y ahí mi mente hizo "click", y sentí un absoluto alivio.


La vida moderna y la obsesión por la felicidad

Dos semanas atrás empecé a trabajar en la unidad psiquiátrica de un hospital aquí en Múnich y una tarde, al llegar a casa, encontré un paquete de Amazon encima de la mesa del salón. Era para mí. Pensé que era una luz para la bici que había pedido y al abrirlo me encontré una sorpresa que me había enviado mi mejor amiga, así, porque sí. Era lunes y había trabajado hasta las diez de la noche así que os podéis imaginar la alegría que me dio recibir un regalo inesperado. Era un libro. Al principio no entendía mucho el motivo, pero al comenzar a leerlo fui entendiendo el mensaje. 

La autora, entre otras cosas, hace una crítica a la vida moderna gobernada por los Smartphones, Internet y sus redes sociales. La crítica se centra en la imperiosa necesidad que se nos ha creado a las personas de compartir cada momento de nuestra vida con el resto de la humanidad. Facebook, Instagram, Pinterest, Twitter... y no solo de compartir cada momento, no. Porque no compartimos los momentos de aburrimiento en el trabajo o las interminables horas estudiando en la biblioteca. No compartimos fotos del momento esperando en la sala de espera del médico hora y media o madrugando para ir al trabajo comiéndote dos horas de atasco y lluvia, pitando como un loco y llamándole cosas bonitas al conductor de enfrente. Eso no le interesa a nadie. Compartimos momentos en los que se nos ve felices, da igual, aunque no lo estés especialmente, hay que venderlo. Parece una especie de competición: A ver quién está más feliz y quién tiene una mayor calidad de vida. De alguna manera buscas que las personas, aunque no te importen un pimiento, piensen en lo increíble que es tu vida y en cómo les gustaría hacer lo mismo que tú, y que además te lo demuestren con un like que llene tu ego de orgullo y satisfacción. Un buen desayuno, vacaciones en la playa, lo bien que te lo has pasado con tus amigos de fiesta, los regalos que te han hecho por tu cumpleaños... 
Lo curioso es que no estás solo en este duelo de egos, pues la mayoría de tus contactos se dedica a hacer lo mismo, con exactamente la misma esperanza de suscitar... ¿envidia? ¿aprobación? ¿agrado? ¿conseguir popularidad? 

¿Por qué no dejamos de comportarnos como gilipollas? Para que ya hay gente que invierte más tiempo en compartir su vida que en vivirla, que vive más para los demás que para sí mismos y algunos están empezando a perder pelín el norte, sin mencionar a aquellas personas que además viven de ello. ¿Se nos está yendo un poco de las manos? ¿Por qué no dejamos de intentar vender algo que sabemos que no existe? ¡Nadie se siente feliz las 24 h del día! Los seres humanos tienen muchas emociones, y parece que esta nueva vida moderna en la que vivimos nos exige tanto ese estado permanente de felicidad, que empieza a parecer un orgasmo. Si no consigues tener uno, lo finges, y si no te sale ni sentirlo ni fingirlo, te sientes peor por no conseguirlo. 

Para colmo las nuevas empresas utilizan como producto la felicidad y letras características para apoyar este movimiento obsesivo pro-felicidad con frases como las siguientes:


























Son frases motivadoras y muy útiles para días tontos, para momentos de debilidad, yo misma las he publicado en alguna ocasión, pero estamos tan empachados de ellas por tanta difusión en redes sociales y por ese abuso de ellas en el marketing, que luego pasa lo que pasa, llega un día la tristeza y no la recibimos con naturalidad sino que parece que fuese algo malo e inhumano. La reprimimos, la ignoramos, la penalizamos. ¡Vete! ¡Que yo estaba muy feliz en tu ausencia! Pero la tristeza quiere ser escuchada, porque tiene un motivo por el cual ha aparecido.

"Tienes que sentirte feliz" "Sé feliz y harás feliz a los demás", "Si vas a derramar alguna lágrima, que sea de felicidad", "Sonríe y sé feliz", "Sé tú mismo, sé feliz", "Lo que decidas hacer, asegúrate que te haga feliz", "10 pasos para ser feliz", etc. ¿Os habéis dado cuenta de que casi todas son lecciones, frases, con voces imperativas? Haz esto, haz lo otro. ¡Qué agobio! Yo no sé vosotros, pero yo no soporto que me digan lo que tengo que hacer, que me obliguen a sentirme de una determinada manera, y menos sin preguntarme si realmente me apetece en ese momento sonreir o estar contenta.

Igual deberíamos ser más conscientes de que sentir tristeza durante días, semanas o una época es humano, es bueno, es necesario y tiene un motivo, una función. Es útil y qué narices, ¡desahoga que te mueres! Es un estado psicológicamente muy saludable y generalmente suele ser transitorio. Es importante tener presente esto último también. Todo llega y todo pasa. Solo si la época se prolonga más de tres meses (es lo que dicta el manual de diagnósticos de salud mental como tiempo de alarma) es cuando podemos empezar a pensar en un trastorno del estado de ánimo y pedir ayuda, sobretodo si no hay un motivo localizado o identificado por el que sentirse así. ¿Pero si no? ¡Entristécete a gusto! Y permítete sentir... No hay nada más obstaculizante que atascarse en la pregunta "¿Por qué me siento así?" y en las autoexigencias. 

Hay días aburridos, acontecimientos tristes, peleas, discusiones, malas contestaciones, trabajos mediocres, injusticias, frustraciones, fracasos y más fracasos, que te harán sentir triste a lo largo de tu vida. Aprender a convivir con la tristeza natural que causan todas esas cosas es la verdadera puerta a nuestra felicidad.

La palabra "felicidad" perdería su sentido
si no estuviera equilibrada por la tristeza.



¡Hasta muy pronto!








p.d. Este artículo en defensa de la tristeza me ha recordado a este otro haciendo una defensa en toda regla del estrés... desmantelando el tabú de las emociones negativas, pues en el equilibrio se encuentra la clave: El estrés es tu amigo

lunes, 13 de abril de 2015

El psicólogo educativo en el colegio: ¿Dificultades de aprendizaje o de enseñanza?

¡Buenas tardes!

Hace tiempo que no escribo, pues el primer mes de integración en Brasil ha sido muy demandante y no he encontrado tiempo (ni acceso a WiFi) para sentarme a escribir tranquilamente. Como empecé el año hablando de temas de psicología de la educación y dificultades del aprendizaje, empezaré el artículo de hoy virando el rumbo un poco y comentando lo entusiasmada que estoy con el descubrimiento del papel la psicología en la educación aquí en Brasil. Aquí, la llaman psicología escolar. El término "escolar" se ha sustituido en España por "educativa" por el mero hecho de que la educación no solo sucede en contextos escolares, sino en diversos contextos como el social, familiar, político, cultural e incluso a un nivel individual (¿O no está formándose un niño cuando está solo interactuando con el medio o leyendo un libro?).

El papel del psicólogo educativo en España ha cambiado mucho a lo largo de los años y, a pesar de ocupar el segundo lugar, después de la Psicología Clínica, en cuanto a perfiles de actividad profesional, su papel en los centros educativos se ha ido diluyendo en los últimos años, siendo otros los que desarrollan las funciones específicas del psicólogo sin tener la formación adecuada. Un problema fundamental de este área, tanto en España como en Brasil, es la delimitación de la identidad profesional del psicólogo educativo¿O alguien sabe decirme a qué se dedica exactamente un psicólogo en un colegio? La mayoría se limitará a decirme: "a atender a alumnos con problemas, incluyendo a padres y profesores".

Generalmente y aunque el desarrollo teórico está en contra (pues las funciones de un psicólogo educativo van más allá del atendimiento al triángulo alumnos-padres-profesores, sino que se extiende a otros innumerables campos en los que han surgido actualmente nuevas demandas, como son el colegio como sistema, organización o institución, en su contexto politíco, social y cultural, con sus relaciones interpersonales, sus posiciones de liderazgo, sus conflictos individuales, interpersonales y societales, así como la selección de personal escolar, análisis de propuestas pedagógicas, etc.), lamentablemente en la práctica un psicólogo educativo, ya sea por presión social, falta de delimitación de competencias, falta de tiempo o dinámica de equipo inadecuada, suele dedicarse principal y mayoritariamente a la prevención - mediante programas - evaluación y diagnóstico de alumnos, orientación y formación a padres y profesores, resolución de conflictos y atendimiento de demandas. PUNTO.

Ahí va mi pequeña crítica y reflexión a todos aquellos que estáis involucrados en este contexto educativo sea como meros interesados, padres, profesores o por qué no, alumnos.

El hecho de que se haga tanto énfasis en el término dificultades del aprendizaje lleva implícito un foco de los problemas en el alumno, víctima y última culpable de todo lo que da lugar a la demanda que los profesores y el psicólogo educativo reciben. La dicotomía alumno con problemas/alumno sin problemas ligado al determinismo biológico que decide dónde se coloca el límite entre la normalidad y lo que no lo es, coloca a los alumnos ciertas etiquetas, en función de un sistema de notas "objetivo". 

La gente habla siempre de "dificultades del aprendizaje del alumno" y nadie habla de "dificultades de la enseñanza"¿O no es cierto que existen diferencias individuales entre todos y cada uno de los seres humanos? ¿Acaso todos aprendemos igual? ¿No es cierto que hay gente que aprende de forma más social, dinámica, otros sentándose a leer, otros más audiovisualmente? ¿Por qué los colegios se empeñan en no adaptarse a los cambios del mundo actual e insisten en estancarse en sistemas arcaicos, rígidos y jerarquizados, evaluando siempre padres y profesores a los alumnos de manera unidireccional? Tú, aun siendo adulto, reconoce, ¿no te hubiera parecido justo que alguien te hubiese preguntado tu opinión acerca de tus profesores, de los métodos de aprendizaje? ¿Que se hubiese tenido en cuenta tu evaluación?


Recuerdo que en mi colegio se hizo una vez. Los alumnos tuvimos que evaluar a cada uno de los profesores y eso fue una fuente de información fidedigna de lo que estaba pasando en las aulas. En aquel momento, con mis presuntuosos quince años, encontré esa una medida inútil, pues estaba convencida de que la relación personal entre un adolescente y un profesor raramente se ajustaba a la realidad pedagógica que se estaba evaluando. Pero curiosamente, entiendo ahora la importancia de considerar esa bidireccionalidad. No era casualidad que muchos profesores que "caían bien" emplearan un mejor método de enseñanza, tuvieran una mayor consideración del plano emocional, situacional y contextual de los alumnos, o que en resumen, hicieran mejor su trabajo.
Es importante saber qué opinan los alumnos de su aprendizaje, de sus profesores, de su colegio como institución. Si cada uno tomara parte y fuera realmente dueño de su aprendizaje, si se tuviera cierta libertad para elegir cómo aprender, estoy segura de que se evitarían muchos casos de fracaso y abandono escolar, frecuentemente ligados a la desmotivación y falta de confianza en uno mismo por no conseguir adaptarse al sistema impuesto. Es importante tener esto en cuenta, igual que se tienen en cuenta las evaluaciones del psicólogo, igual que se tienen en cuenta las evaluaciones de los padres y profesores.

Y con esta breve invitación a reflexión me despido hasta la próxima... Seguiré investigando y comentando en el blog, he encontrado una cantidad considerable de puntos de contraste analizables en los que me parecería muy interesante profundizar.




¡Hasta muy pronto!