sábado, 7 de septiembre de 2013

Alexitimia: Cuando no se sabe qué se siente.

¿Habéis oído hablar alguna vez de la alexitimia? La definición es sencilla. Es un trastorno neurológico que impide a la persona identificar sus emociones y consecuentemente le impide expresarlas.
Es una desconexión entre qué se siente y la capacidad para expresarlo.
Una infancia o adolescencia impregnada de inestabilidad emocional parece ser un factor causal bastante sospechoso (todavía no hay suficientes estudios que apoyen esta hipótesis), y ésta se caracteriza por una conducta intensa e impulsiva, por una oscilación extrema entre dos polos opuestos en el estado de ánimo. Picos. Las personas que cumplen este perfil con frecuencia no consiguen adaptarse a su entorno social de manera satisfactoria. Esto pasa factura en diversos campos como en las relaciones sociales, en los hobbys, en el colegio, etc. Por esta respuesta del entorno a la conducta inestable puede ser causado un terrible sufrimiento y esto puede desencadenar consecuencias poco afortunadas, como trastornos afectivos.
El caso de la alexitimia sin embargo es de base neurológica, es decir, los factores ambientales tienen evidentemente cierta influencia, pero la manifestación de este trastorno ya está determinado biológicamente por así decirlo.

No sé decirte qué estoy sintiendo

Según algunos estudios, la alexitimia afecta a un 8% de los hombres y a un 1,5% de mujeres, luego se considera un trastorno mayoritariamente masculino. Es un trastorno bastante frecuente en la población: Afecta a una de cada siete personas. Las personas que la padecen suelen ser tachadas de frías y carentes de empatía

Los alexitímicos siguen una serie de pautas de conductas típicas en su vida cotidiana: muestran dificultades para expresar sus emociones (ponerle a las emociones "etiquetas"), son percibidos por los demás como excesivamente raciones o lógicos, como poco amistosos o sentimentales, reaccionan perplejos ante las expresiones emocionales de los demás y generalmente no saben cómo actuar en casos donde lo normal sería mostrar empatía, apoyo y comprensión. Rara vez tienen fantasías, sus reacciones al arte, a la música o a la literatura es de muy baja intensidad, toman decisiones excesivamente racionales (sin tener en cuenta los sentimientos) y padecen solo ocasionalmente alguna alteración fisiológica para la que no encuentran explicación (esto puede ser una ventaja). Además de eso se ha observado una actitud agresiva en diversos grados hacia su entorno y hacia ellos mismos, ya que al no poder expresar sus sentimientos se sienten con frecuencia inútiles o anhedónicos.

Si esta afección no es tratada adecuadamente, puede derivar en una depresión, en aislamiento social causada por la falta de empatía y de reciprocidad, o en trastornos psicosomáticos. .
Existen algunos casos registrados que han derivado en alcoholismo, drogas y trastornos alimentarios.

Por último cabe decir que es un trastorno del que todavía se sabe relativamente poco pero como comentaba al principio del texto, se sospecha que la causa o mejor dicho el factor ambiental que desencadena este trastorno tiene su máximo de influencia en los primeros años de infancia, luego los padres juegan un papel fundamental en este caso. Cómo eduquen los padres a sus hijos (la enseñanza de hacer introspección o de utilizar un vocabulario "emocional" extenso para describir qué sienten entre otros) es en este caso un arma compensatoria indiscutible.


Y tú, ¿¿tienes claras tus emociones??


¡Hasta muy pronto!



"No olvidemos que las pequeñas emociones son las capitanas de nuestras vidas y las obedecemos sin ni siquiera darnos cuenta" (Vincent van Gogh)

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