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domingo, 9 de febrero de 2014

¡Qué MANÍA!

Hoy es un día de esos con lluvia torrencial en los que apetece sofá, peli y manta. En mi caso sustituimos peli por portátil. Esta última semana me he estado fijando con detenimiento en la variedad de comportamientos cotidianos que tenemos las personas. Convivo con tres chicos, cada uno con sus costumbres y "manías" diferentes y casi casi con mi pareja, la cual tiene otras muy distintas. Luego estoy yo, que también tengo mi particular forma de hacer las cosas. Unos somos más exigentes, otros menos, unos más tolerantes, otros más maniáticos.

La gran mayoría de la población tiene comportamientos obsesivos o "manías", cuya palabra escribo entre comillas por ser un término coloquial, que en psicología se considera un trastorno que poco tiene que ver con conductas obsesivas. 
Pero en este blog se habla "cristiano", con un lenguaje al alcance de todos, así que me voy a permitir utilizarlo refiriéndome a esas pequeñas obsesiones cotidianas, así nos entendemos todos.


Pues eso. Algunos no, TODOS tenemos nuestras "manías". Conscientes o inconscientes. Grandes o pequeñas. Evidentes o secretas. Si te paras a pensar en los procesos que comprende tu conducta, sacarás algunas situaciones en las que sientes el impulso recurrente de hacer algo, pero tienes más, créeme, más "manías" que (todavía) desconoces o no sabes que tienes.

Algunas están relacionadas con el orden, otras con la perfección, otras con la emoción de miedo o asco. Son tantas y tan variadas que es bastante difícil clasificarlas.

Comprobar muchas veces al día si la vitrocerámica está realmente apagada, mirar el Whatsapp nada más despertarse, dejar el contador del microondas siempre al 0:00, no pisar las líneas de la acera sino el área interna, ordenar el armario de determinada manera o los libros por orden alfabético, morderse las uñas o romperse las puntas abiertas, abrir y observar la nevera veinte veces a pesar de ya haber visto que no hay nada por si de repente ocurriera un milagro y apareciera comida, mirarse en cada área reflectante que encontramos por la calle...


No pisar las líneas de la acera es una de las"manías" más frecuentes.
¿Te suena? Son innumerables los ejemplos que podría mencionar, seguro que se te están ocurriendo muchos otros que no están incluidos en la lista que acabo de enumerar. Todos son comportamientos ligeramente compulsivos que tiene todo ser humano y que en la mayoría de los casos no llegan a ser patológicos.

De las manías al trastorno obsesivo-compulsivo

¿A partir de cuándo podemos decir que una manía es un trastorno psicológico?

Si bien ciertas "manías" son inofensivas y nos acompañan en nuestra vida cotidiana sin mayor interferencia -desde el punto de vista psicológico subclínicas o infraclínicas-, hay determinado grado en el que comienzan a afectar moderada o seriamente a las actividades de la vida diaria del individuo, impidiéndole realizarlas con normalidad. Esto genera malestar, sufrimiento y a largo plazo repercute negativamente en las relaciones laborales, sociales y familiares.

domingo, 9 de junio de 2013

Vamos a jugar a un juego: Los trastornos de personalidad

      Cada uno de nosotros tiene una o varias de las características que definen los distintos trastornos de personalidad existentes sin que ello tenga que significar que suframos alguno (personalmente soy "antietiquetas" y estoy totalmente en contra del "sobrediagnóstico" que se está produciendo hoy en día en el mundo de la psiquiatría y la psicología. Por mi experiencia muchas veces por negligencias diagnósticas se puede hacer más daño al paciente que ayudarle, pues lo asimilan como una seña más de identidad: "Hola, soy Fulanito, y tengo depresión/un trastorno de ansiedad. Me comporto así porque... es que tengo depresión, no puedo controlarlo, es por mi enfermedad"). La controversia que produce este tema la comentaré con más detalle en otro artículo. Sin embargo y centrándonos en el tema de los trastornos de la personalidad, estos sí suceden con relativa frecuencia y estoy convencida por estadística de que todos conocemos o hemos conocido a lo largo de nuestras vidas a un "prototipo representativo" de algunos de los trastornos de personalidad que recoge el DSM-IV (Diagnósticos de salud mental) y que voy a mostrar a continuación. Piensa bien mientras lees a quién conoces de tu entorno próximo -o no tan próximo- que cumpla los criterios diagnósticos en alto grado y verás, que vas a identificar a más de uno... y de dos. 
Se recogen 10 tipos de trastornos de personalidad, clasificados en 3 grupos, según las características comunes:

a) Raros o excéntricos: paranoide, esquizoide, esquizotípico.

b) Dramáticos, emotivos o inestables: antisocial, límite, histriónico y narcisista.


c) Ansiosos o temerosos: evitativo, dependiente, obsesivo-compulsivo.

Vamos a ir describiendo brevemente uno por uno:

1. Trastorno paranoide de la personalidad


Se trata de personas excesivamente desconfiadas. Sospechan, sin existir motivos evidentes, que los demás se van a aprovechar de ellos o que les van a engañar. Tienen la creencia no fundamentada de que los demás intentan hacerle daño o de que actúan con ellos de forma amenazante o agresiva
Tienen una alta preocupación por dudas no justificadas sobre la lealtad o la fidelidad de socios y amigos. A la hora de comunicarse, ven significados ocultos y dobles significados en cualquier expresión verbal/no verbal que haga el receptor. Además son personas muy rencorosas; no olvidan con facilidad un insulto, una injuria o un desprecio. Sus percepciones de ataques a su identidad o reputación no son percibidas por los demás, es decir, solo él lo percibe así, su pensamiento es paranoico.
Si tienen pareja son enfermizamente celosos y tienen la continua sospecha injustificada de que su cónyuge/pareja es infiel.




2. Trastorno esquizoide de la personalidad


Las personas con este trastorno son generalmente introvertidas, solitarias y distanciadas en sus relaciones interpersonales, además de tener una emocionalidad restringida. Comienza en la vida adulta y cumplen cuatro o más de los siguientes puntos:

1. ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una familia.
2. escoge casi siempre actividades solitarias
3. tiene escaso o ningún interés en tener relaciones sexuales con otra persona
4. muestra anhedonia (ausencia de placer) en la realización de cualquier actividad
5. no tiene amigos intimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado
6. se muestra indiferente a los halagos o críticas de los demás
7. muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad.


3. Trastorno esquizotípico de la personalidad

Estereotipando un poco, éste es el mítico compañero de colegio rarito que se convierte en el centro de atención por su actitud, sus acciones y su vestimenta... digamos "diferente". 
Quien padece este trastorno tiene una capacidad reducida para las relaciones personales y suele tener distorsiones perceptivas-cognitivas características, además de tratarse de personas bastante excéntricas
Comienza también al principio de la vida adulta y se da en distintos contextos, como indican los siguientes puntos:
1. ideas de referencia 
2. creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y es inconsistente con las normales subculturales (por ejemplo supersticiones, fantasías, creer en la telepatía o clarividencia)
3. experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales
4. pensamiento y lenguaje raros (habla de forma vaga, metafórica, sobreelaborada, etc.)
5. suspicacia o ideación paranoide
6. afectividad inapropiada o restringida
7. comportamiento o apariencia raros, excéntricos o peculiares
8. falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares
9. ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a asociarse con temores paranoides


4. Trastorno antisocial de la personalidad

Este tipo de personas se caracterizan por ser impulsivas, irritables, agresivas, desprecian a los demás y tienen una conducta irresponsable. No muestran remordimientos por su comportamiento. Suelen cometer delitos a lo largo de su vida.





5. Trastorno límite de la personalidad


Conocido también comúnmente como borderline. Estas personas son muy impulsivas y con frecuencia han desarrollado este trastorno como consecuencia de un acontecimiento traumático en la infancia. Tienen episodios de ira incontrolada e inapropiada y tienen tendencia al suicidio (no es extraño que a lo largo de sus vidas tengan historia de intentos varios). Son hipersensibles al rechazo y tienen un patrón inestable de relaciones interpersonales así como de autoimagen y de afectividad. Pueden tener comportamientos violentos y automáticamente mostrar un auténtico arrepentimiento.

6. Trastorno histriónico de la personalidad

Este trastorno me gusta especialmente. He tenido el placer o la mala suerte de haber conocido a un par de sujetos que lo padecen. Estas personas siguen un patrón de excesiva emotividad y búsqueda de atención, es decir, suelen mostrar sus emociones de forma teatral y exagerada, son vanidosas y egocéntricas, y se sienten incómodas cuando no ocupan el centro de atención. Su apariencia y comportamiento suelen ser extremadamente seductores (juegan con eso también para conseguir atención), ya que les preocupa no serlo. Buscan continuamente aprobación y reconocimiento en lo que hacen, y pueden enfadarse si alguien no les halaga o les atiende. Suelen ser muy impulsivos y con baja tolerancia a la frustración, además de tener un estilo cognitivo extremista: todo es blanco, o todo es negro. No hay término medio. Su discurso carece de detalles y es exagerado.
¿Y sabéis quién padece este trastorno con mayor frecuencia? Las mujeres... Aunque esas dos personas que yo he conocido curiosamente eran hombres.

7. Trastorno narcisista de la personalidad

Quien conoce el mito de Narciso, poco más tiene que leer acerca de este trastorno. Enamoradas de sí mismas, son personas con un grandioso sentido de la autoimportancia (exagera los logros y capacidades, necesitan ser reconocidos como superiores sin unos logros proporcionados, etc.), con una necesidad de admiración continua y una tremenda falta de empatía
Una persona narcisista está preocupada por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios. Cree que es "especial" y único, y que solo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con personas/instituciones especiales o de alto status. Exigen una admiración excesiva y son personas muy pretenciosas. Con frecuencia envidian a los demás o creen que los demás le envidian a él y presentan actitudes y comportamientos muy arrogantes o soberbios. Además -y con esto hay que tener especial cuidado si tenéis trato con alguien así-, son interpersonalmente explotadores, es decir, sacan provecho de los demás para alcanzar sus propias metas. 


8. Trastorno evitativo de la personalidad

Llamado también trastorno de personalidad ansiosa, precisamente por su relación con el trastorno de ansiedad y con la fobia social. 
Son personas con una autoimagen alienada, que evitan actividades o trabajos que impliquen relaciones interpersonales significativas. Si no están seguras de que van a agradar rehuyen a implicarse en las relaciones interpersonales porque tienen miedo de ser ridiculizados, criticados o avergonzados, y esto les preocupa excesivamente. Se encuentran inhibidos en situaciones interpersonales novedosas debido a un sentimiento de inferioridad (dan una sensación de inseguridad o timidez) y se ven a sí mismos como ineptos socialmente y  poco interesantes.
Por todo esto las personas con trastorno de la personalidad por evitación suelen tener pocas relaciones íntimas, si es que tienen alguna, a excepción de sus familiares de primer grado.

9. Trastorno dependiente de la personalidad

Adultos que son como niños. Tienen una dificultad ENORME para tomar decisiones por sí mismos, sin un aconsejamiento y reafirmación excesivo de los demás. Tienen además la necesidad de que otros asuman las áreas importantes de su vida. Son altamente sugestionables, es decir, tienen dificultades para expresar desacuerdo por miedo a la falta de apoyo o aprobación, y para hacer las cosas a su manera, esto quiere decir que son capaces de hacer cosas que les disgustan con tal de obtener aprobación o protección de los demás.
Se sienten incómodos cuando están solos debido a sus temores exagerados y suelen encontrarse siempre en una relación sentimental. Además, cuando terminan con ésta, su tendencia es a buscar comenzar otra nueva con urgencia, teniendo extrema facilidad para "enamorarse". En general estas personas tienen un exagerado miedo al abandono y a tener que cuidar de sí mismos. Suelen construir su identidad en base a otra persona.
Es curioso cómo estas personas tienden a hablar en plural, "nosotros", cuando se encuentran en una relación sentimental en lugar de hablar desde el "yo".




10. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad 

También llamado trastorno anarcástico de la personalidad. 
No hay que confundir el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) con el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo (TPOC), pues éste ultimo resulta un patrón estable a lo largo de la vida del individuo. Y no, no todas las madres tienen este trastorno aunque estés ahora mismo acordándote de la tuya.
Estas personas son formales, fiables y excesivamente metódicas. Están extremadamente preocupados por los detalles, el orden, el control y la perfección. Se caracterizan por ser muy meticulosos y tienen un sentido intenso del deber, con terror a infringir las normas.  A menudo son muy resistentes al cambio, es decir, son personas rígidas. Son muy cautos y analizan todas las partes del problema, lo que les dificulta la toma de decisiones.
También suelen ser hiperexigentes consigo mismos y con los demás,  teniendo poca tendencia a delegar tareas, haciéndolas todas él mismo por falta de confianza en los demás. Suelen llevar un estilo de vida muy ávaro por debajo de sus posibilidades económicas, y suelen ser pedantes y convencionales, con expresividad emocional muy limitada.



Alguno de estos diagnósticos tienen nombre y apellido, ¿verdad?

Espero que hayáis aprendido un poquito más acerca de la psicología de la personalidad, y si tenéis alguna duda, pregunta, sugerencia o comentario, escribid libremente en "Publicar una entrada", allí responderé con mucho gusto a todos vuestros comentarios.

¡Hasta muy pronto!




"El narcisismo de las pequeñas diferencias, es la obsesión por diferenciarse de aquello que resulta familiar y parecido" (Sigmund Freud)



martes, 21 de mayo de 2013

El trastorno disociativo de identidad. ¿Puede una persona adoptar más de una personalidad?


Y continúo con el curioso tema de la personalidad. La semana pasada os ofrecí definiciones aproximadas, un análisis del concepto a modo de introducción. Ahora me gustaría entrar más a fondo y comentar uno de los trastornos de personalidad que más llaman la atención. Hoy me he paseado por los trastornos disociativos, que según la DSM-IV-TR (manual de diagnósticos de salud mental) son: la amnesia disociativa, la fuga disociativa, el trastorno de despersonalización, el trastorno disociativo de identidad (o de personalidad múltiple) y el trastorno disociativo no especificado
Y sí, me llama la atención el de personalidad múltiple... bastante. 
De hecho muero por conocer personalmente a alguien con este trastorno. 
¿Cómo es posible que una identidad que el ser humano sea capaz de sufrir un fenómeno de este calibre disociando su identidad como estrategia adaptativa para superar o afrontar una experiencia traumática? ¿Cómo es posible que estas identidades puedan incluso diferir enormemente entre sí?

¿Qué es la identidad?

El concepto de identidad se encuentra a menudo en las conversaciones de la vida cotidiana. Existen incluso películas que tratan el tema de la identidad y del trastorno de identidad, como "Fight Club" de David Fincher o "la ventana secreta" de Johnny Depp. ¿Pero qué significa realmente "identidad"?

El concepto proviene del latín "identitas" y significa "lo mismo" o "lo igual". Según Erikson es el sentimiento o percepción del propio yo. En la adolescencia tardía y la temprana juventud se estabiliza nuestra identidad. Hay personas en las que la identidad se trastorna durante este periodo, sin embargo no llama la atención hasta mucho más tarde. En el lenguaje científico se habla de un "trastorno disociativo", también conocido como "trastorno de personalidad múltiple". Este trastorno se caracteriza por una falta de integración de los diversos aspectos de la identidad, el pensamiento y la conciencia. Así se encuentran en este tipo de personas afectadas más de una personalidad, es decir, es como si dos personas distintas, con sus vivencias, carácter, forma de pensar, etc. compartieran el mismo cuerpo. Estas "personalidades" pueden diferir completamente en sexo, edad, nivel socioeconómico, grado de estudios, tono de voz, etc. 
Pueden ser sucesorias o tener lugar simultáneamente
Ellenbergner clasifica el trastorno en 3 categorías

1. - Personalidades múltiples sucesivas con amnesia simétricaa o asimétrica (dependiendo de si las personalidades conocen o no a las otras y comparten su memoria). ES EL CASO MÁS USUAL.
2. - Personalidades simultáneas. ES EL CASO MÁS INFRECUENTE.
3. - Agrupaciones de personalidades.


El tipo de conocimiento entre personalidades puede ser:

- Mutuo: Se conocen entre sí y puede existir un continuo de memoria. Se producen "conversaciones entre personalidades".
- Mutuamente amnésicas (amnesia simétrica): Ninguna personalidad sabe nada de la otra.
- Amnesia en una sola dirección (amnesia asimétrica: La personalidad A no sabe nada de la B, pero B sabe de la A y comparte sus memorias.

Es complicado discernir cuál es el yo primario, es decir, la que controla la identidad por más tiempo o con más frecuencia. Otro aspecto es el estado de conciencia de una personalidad cuando no está dominando la conciencia. Puede permanecer activa en el inconsciente, o mantenerse "por debajo de la superficie", es decir, puede seguir funcionando, pensando, aunque sea la otra la que controle la vida mental en ese momento. 
Esto se llama co-conciencia.



¿Cuál es la causa de este trastorno?
No es el peliculón, pero se adapta mucho al tema.

La etiología u origen de este trastorno suele ser con frecuencia una experiencia traumática en la infancia/adolescencia temprana, como por ejemplo un abuso sexual o un maltrato fisico. Sucede con mayor frecuencia en mujeres. El trastorno disociativo ha sido sin duda uno de los diagnósticos más controvertidos de la psicología clínica.

¿Y es un trastorno mental real o es conscientemente fingido?

Algunos expertos hablan de este trastorno como una quimera y otros como un trastorno serio y degenerativo. Estos últimos ven la división de los distintos aspectos de la personalidad como un proceso, una estrategia de supervivencia para aquellos que no pueden asimilar una determinada experiencia traumática. Todavía hoy se debate sobre este tema y se investigan las diversas explicaciones. Su situación actual es la posibilidad de diagnóstico oficial a en el sistema psicológico-médico y está recogiendo en el DSM-IV y en el DSM-IV-TR (Manual de diagnósticos de salud mental. IV Edición).

Y profundizando un poco más en el tema desde la perspectiva científica, los criterios diagnósticos que propone el DSM-IV-TR son los siguientes:
Buscando imágenes he encontrado esta
y no he podido evitar colgarla...
Aquí tenéis a Yo 1 & Yo 2
-verano/invierno-
y no, no se conocen entre sí ;)
1. Presencia de 2 o más identidades distintas o estados de personalidad.
2. Por lo menos 2 de estas identidades toman el control de la conducta de la persona de forma recurrente.
3. Incapacidad para recordar la información personal importante, demasiado extensa como para ser explicada por un olvido normal.
4. No se debe a efectos de una sustancia o de una enfermedad médica.


Y vosotros, ¿conocéis a alguien que sufra este trastorno? ¿habíais oído alguna vez hablar de él?


¡Hasta muy pronto!



"Yo no me encuentro a mí mismo donde me busco, me encuentro donde menos me lo espero" (Michel Eyquem, señor de Montaigne)



Fuentes: 

DSM-IV-TR